A CANTAR UNA NIÑA. AUTOR: Desconocido. Canción popular chilena. (1810). CANTA: El profesor de canto.
A cantar a una niña yo le enseñaba,
y un beso en cada nota ella me daba
A cantar a una niña yo le enseñaba,
y un beso en cada nota ella me daba
Aprendió tanto, aprendió tanto,
que de todo sabía menos del canto.
Aprendió tanto, aprendió tanto,
que de todo sabía menos del canto.
El nombre de las estrellas saber quería,
y un beso en cada nombre yo le pedía.
El nombre de las estrellas saber quería,
y un beso en cada nombre yo le pedía.
Que noche aquella, que noche aquella
en que inventé mil nombres a cada estrella.
Que noche aquella, que noche aquella
en que inventé mil nombres a cada estrella.
Pero se fue la noche, llegó la aurora,
se fueron las estrellas, quedó ella sola.
Pero se fue la noche, llegó la aurora,
se fueron las estrellas, quedó ella sola.
Y me decía, y me decía,
lástima que no haya estrellas también de día.
Y me decía, y me decía,
lástima no haya estrellas también de día.
Igual que la canción anterior, no sabemos cómo se transmitían estas canciones en aquella época sin medios de comunicación masivos, suponemos que venían cantándolas las personas a través de los caminos de nuestra América, como esta, desde Chile siglo XIX, llega a oídos de mis antepasados en Santa Rosa de Tierra, Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela... Mi abuelo papá Héctor la cantaba con mucha alegría y cariño y en ocasiones también con picardía, la tocaba en la guitarra y la cantaba y nos la enseñaba a nosotros que ahora la recordamos.
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